Al igual que Naya Fácil, tú también puedes haber sufrido violencia ginecológica

2 de cada 3 mujeres en Chile han sido víctima de este tipo de violencia de género. Javiera Canales, abogada y directora ejecutiva de MILES, explica acá cómo detectar si te enfrentas a una situación de estas características y cómo exigir tus derechos.

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Copano.News
Por Paula Kiessling


¿Qué le pasó a Naya?


La madrugada del domingo se viralizó una grave denuncia de la influencer Naya Fácil: relató a sus miles de seguidores que tuvo un accidente con tampones atrapados en su cuerpo.


Al acudir a la Clínica Dávila de Recoleta, el ginecólogo que la atendió, Alán Torres, desestimó la importancia de la complicación que vivía Naya.


“¿Por qué no te aguantaste hasta mañana?”, fueron las palabras del especialista ante la urgencia de salud. La influencer alertó de esta negligencia médica por parte del profesional


El reporte completo de lo que le pasó a Naya lo puedes leer en este artículo de Copano.News.


2 de cada 3 mujeres sufren violencia ginecológica


De acuerdo al Violencia obstétrica en Chile: percepción de las mujeres y diferencias entre centros de salud, un 67% de mujeres ha sido víctima de violencia ginecológica.


Para entender este fenómeno, Copano.News contactó al equipo de MILES, corporación que trabaja por los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres para saber qué tenían que decir al respecto.


Javiera Canales, abogada y directora ejecutiva de la corporación, profundizó en algunos puntos relevantes a la hora de hablar de violencia ginecológica: cómo detectarla rápidamente, cómo estar alerta y cómo entender la invisibilización de la salud de la mujer en torno a estas problemáticas.


Canales cuenta que el 90% de las denuncias que recibe MILES tienen relación con violencia en el aspecto de la salud materno-ginecológica, esto es, cerca de mil casos al año.


"Un gran porcentaje de estos son relacionados con violencia en distintos tipos de prestaciones de la salud de la mujer en distintas etapa del ciclo vital”, explica.

¿Por qué es tan común este tipo de denuncias?


"La salud de la mujer todavía no se ve como una especificidad en sí misma, sea una interrupción voluntaria del embarazo, un parto, postparto o el inicio de la iniciación sexual".


"Esto tiene relación directa y muy estrecha relación con las condiciones valóricas de los proveedores de salud".


"Lamentablemente, la medicina tiene género y la medicina es masculina. Nunca se ha visto como una urgencia la salud de la mujer y la necesidad de reconocerla como tal, con la especificidad que debiese ser tratada".



¿Cómo detectar la violencia ginecológica?


"Falta mucho para llegar a ese punto porque está muy naturalizado incluso sentir dolor, como por ejemplo, respecto a la menstruación. Es muy común de que esta sea dolorosa, entonces, dicen, "hay que bancársela". Y no, no es así".


"Si uno habla con un experto que trabaje desde un enfoque de género, te va a decir siempre que no es normal sentir dolor, porque por algo existe la medicina, que es para poder paliar el dolor".


"Para que se reconozcan las mujeres como sujetos de derecho, principalmente, hay que tener noción de qué factores pueden incidir al momento de exigir nuestros derechos sexuales y reproductivos".


"Al hablar de derechos sexuales y reproductivos siempre se piensa en el aborto, pero es también el derecho de acceder a la salud, y la salud de la mujer es una salud específica. Entonces , en primer lugar, falta hacer este nexo".


¿Cuándo un médico vulnera mis derechos sexuales?


"Si un médico dentro de mi control ginecológico anual me trata mal, es una vulneración a mis derechos sexuales".


"De hecho, hace muy poco también se reconoce por medio de organismos internacionales que la violencia gíneco-obstetra es un tipo de violencia que afecta los Derechos Humanos".


"Hace muy poco tuvimos sentencia en Argentina, donde la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) condenó a Argentina por la muerte de una mujer en condiciones de parto por la violencia ginecológica, por no entender, ni reconocer que la mujer señalaba sentir mucho dolor, y se naturaliza finalmente que la salud de la mujer es dolorosa. Y no, no es así".

¿Qué hacer para evitar estas situaciones?


"Primero hay que sensibilizar a las mujeres, otorgarles más información para que puedan exigir estos derechos y las puedan movilizar, que sea también un llamado a la acción de que cuando ocurran hechos de violencia, hay cosas por hacer".


"Se pueden solicitar fiscalizaciones, se puede reclamar en contra de un proveedor de salud que no te está atendiendo conforme a los estándares de de cualquier prestación de salud".


"Una red flag muy importante es precisamente lo que dice Naya, es decir, que el médico o la médica que te está atendiendo no crea que sientes dolor, o que no tome en consideración lo que le estás manifestando respecto de tu cuerpo, del conocimiento de tu cuerpo".


"No hay ninguna posibilidad de que no le creas a una paciente cuando te está diciendo que ella siente que hay algo en su cuerpo y te lo está mostrando. La primera alerta es cuando no toman en consideración tu dolor y el conocimiento de tu propio cuerpo".


 El estigma que aún no se borra


"Todavía existe el estigma de la histeria asociada al género, en todo orden de cosas: sea atención ginecológica o lo que pasó ahora con la influencer, que no se le da valor finalmente a ella, a su dolor, a su a su preocupación, porque nadie conoce mejor su cuerpo que una misma".


"Y desde la medicina, desde la hegemonía de la medicina, se le resta valor también al conocimiento del propio cuerpo, y a este se le relaciona también con la histeria asociada a las mujeres, a que también las mujeres son más alharacas".


"Esto porque hay un montón de estudios que señalan que las mujeres tienen mucha más tolerancia a la resistencia al dolor, precisamente porque nos reproducimos, y al reproducirnos también hace que nuestro cuerpo sea un estándar del dolor mucho más alto".