Fuimos a la charla de Javier Milei con Axel Kaiser y conocimos a sus fanáticos en Chile

Javier Milei vino a Chile, repletó el Teatro Municipal de Las Condes y sus fanáticos aplaudieron con fervor cada una de sus intervenciones. Así vivimos su visita al país.

Imagen
Copano.News
Por Benjamín Espina


Eran las nueve de la mañana del viernes 7 de julio en la Avenida Apoquindo. Llegamos tarde. El conductor del Uber vino todo el camino hablando de que Boric "tiene la cagá" y nos elogió por estar informados.


Nuestro destino: el conversatorio “El renacimiento liberal”, encuentro entre el precandidato presidencial argentino de La Libertad Avanza, Javier Milei, junto al abogado y presidente de Fundación para el Progreso (FPP), Axel Kaiser. Una instancia que tiene como fin “reflexionar sobre las ideas liberales y su resurgir en América Latina”.


Eran más de 1.500 personas pasando frío en el frontis del Teatro Municipal de Las Condes. La fila era inmensa.


Algunos venían por real admiración al economista argentino, portando gorros de Make America Great Again, la consigna que llevó a Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos. Otros tenían la bandera de Gadsden estampada en sus poleras, con esa reconocible serpiente en fondo amarillo gritando "Don't tread on me" (¡no me pises!), uno de los símbolos del movimiento libertario.


Ese entusiasmo en la fila rápidamente se convirtió en indignación. Desde la organización informaron que el recinto estaba lleno y no cabía nadie más. Cientos de personas, que se habían inscrito en la página de la FPP, ahora figuraban frustrados, con los códigos QR abiertos en sus celulares, alegándole a los organizadores.


La tensión era tan alta que un perro empezó a ladrarnos. Un tipo de pelo largo intentó apaciguar los ánimos con un chiste antioctubrista.


—Es el primo del Matapacos— dijo, pero nadie reaccionó.


Adentro ya se escuchaban los aplausos a Milei, así que tomé mi pase de prensa y entré. En la puerta se rumoreaba que un niño de 13 años se había hecho pasar por periodista para poder escuchar al argentino.

¡Viva la libertad, carajo!


Bajé la escalera y ocupé el puesto de un tal Ramiro Espinoza. Su nombre estaba en un papel pegado a mi asiento, pero nunca llegó. La entrada de Milei fue eufórica, ovacionado de pie con la canción Vamos por la gloria de la banda La Beriso. Todos coreaban su apellido.


—¡Viva la libertad, carajo! —vociferaba el libertario argentino.


—¡Viva! —respondía exaltada la audiencia.


Milei habló en un lenguaje muy técnico, citó desde Jesucristo hasta el padre del empirismo, el filósofo inglés John Locke. También se esmeró en sacar a relucir su currículum. En resumen: Defendió al libre mercado, la tenencia de armas, eliminar la "obra pública" y arremetió contra la prensa.


Con la butaca de periodistas presentes, nos llamó “hijos de la pauta”. Agregó estar siendo "hostigado por todos los medios de comunicación". Nos puso a la altura de políticos corruptos, empresarios prebendarios y sindicalistas. "Parte de la casta".


Axel Kaiser le miraba con admiración. El presidente de la FPP le aseguró que él sería el próximo presidente de Argentina. Yo fantaseaba con que nos dieran la oportunidad de hacerle preguntas. Le habría consultado cómo se cuida ese pelo.


También se tomó un momento para referirse al escándalo de su campaña en Argentina, en la cual la Justicia Federal Electoral analiza las acusaciones de dos de sus antiguos colegas, Juan Carlos Blomberg y Carlos Maslatón, respecto a la venta de cupos al interior de La Libertad Avanza para postular a cargos de elección popular.


Es decir, lo acusan de vender puestos de poder.


Dicen que nosotros cobramos para dar candidaturas, lo cual es absolutamente falso —aseveró desde el escenario—. Nosotros nos autofinanciamos, es algo revolucionario. El resto de las fuerzas políticas se financian con la plata desviada desde el Estado. Para mí robar está mal, para ellos parece que no.


Vamos a ver si en La Moneda nos está viendo por el streaming en estos momentos —replicó Kaiser en tono irónico para introducir la polémica chilena del momento, el talón de Aquiles del gobierno: El Caso Convenios y los millonarios traspasos a fundaciones.


—La corrupción es inherente a la existencia del Estado —respondió Milei de manera casi inmediata.


La interacción del público era constante e intensa. Aplausos, abucheos y risas dignas de una rutina de stand up. Las pifias se intensificaron cuando comenzó a mencionar la lista de “la Unión Soviética Latinoamericana”, con mención honorífica a Bachelet, Lagos y Boric.


—Son una plaga —dijo, sin dejar de meter a los líderes chilenos en el mismo saco que Lula, Maduro y Evo Morales.


La conferencia terminó. Salí del teatro con London Calling de The Clash sonando fuerte a mis espaldas y Milei, nuevamente, reiterando su grito de guerra:


—¡Viva la libertad, carajo!

Los fans de Milei en Chile


Afuera me esperaba Pereira. Había llegado al evento sin pase de prensa, así que no pudo entrar.


Cuando salí, el escenario era dantesco. Pereira estaba rodeado por un grupo de cuatro adultos de mediana edad, frenéticos en su onda millennial y extrovertidos, tanto que a Pereira lo invitaron a una completada.


Hablaban de propiedades, criticaban el octubrismo y de cómo les cargaban los hippies. Uno de ellos, llegando al final de la conversación, citó a un ex comandante en Jefe del Ejército.


—Bueno, como decía Pinochet, hay que conocer a tu enemigo.


Luego, con Pereira, vimos que se armaba otra fila enorme, esta vez para recibir un autógrafo de Milei. Me sorprendió ver a tanta gente de mi edad (21).


De pronto, un grupo grande y turbulento salió del recinto. Entre ellos, destacaba la cara reluciente del alcalde de La Florida, Rodolfo Carter, vestido de traje negro y saludando a los asistentes. Me acerqué casi por inercia, le di la mano y él mismo tomó mi teléfono para sacar una selfie. Con Pereira hizo lo mismo.


Nos fuimos rumbo al Metro. En el camino, varios seguían molestos con la organización, que no les permitió ni siquiera ver a Milei.

"Yo soy el próximo presidente de Argentina"


La mente de Milei, seguro, estaba fijada en dos fechas claves: 13 de agosto y 22 de octubre. En agosto debe sortear las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) donde, aunque compite solo, necesita que su sector alcance el 1,5% de los votos para poder ser ungido como presidenciable en los comicios generales de octubre.


—Hoy estamos en condiciones de entrar a la segunda vuelta y la realidad es que si entramos, yo soy el próximo presidente de Argentina —aseguró durante la charla.


Milei no le teme a nada. Pareciera no estar preocupado por las acusaciones de Mila Zurbriggen, ex dirigenta de La Generación Libertaria que abandonó la organización denunciando que las cúpulas del partido piden dinero y/o sexo como puertas de acceso a puestos de poder dentro de La Libertad Avanza.


Pereira y yo nos alejábamos del barrio alto de Santiago. Javier Milei, en tanto, se iba al aeropuerto de Pudahuel terminando su breve paso que incluyó una cita con el líder republicano José Antonio Kast y críticas al presidente Boric, a quien tildó de "empobrecedor".


"Pedimos que restrinja su campaña a Argentina y no la extienda a Chile", le recomendó el canciller Alberto van Klaveren.