Este es el camino a la felicidad 🌈 y no suena como algo hippie y estúpido

Scott Galloway es un profesor de Marketing en la Escuela de Negocios NYU/Stern, conocido por su estilo directo y sin filtros. Tiene unas charlas TED sensacionales y hace muy buenos podcast sobre tecnología y sociedad.

En su libro "El álgebra de la felicidad: Apuntes sobre la búsqueda del éxito, el amor y el sentido" ofrece respuestas directas a las preguntas más importantes de la vida.

Mira a nuestra juventud, que alegría mas triste y falsa

¿Qué está causando tanta angustia en los Millennials? La verdad simple es que nuestra felicidad alcanza su punto máximo alrededor de los 18-20 años y disminuye cada año hasta llegar a los 50.

El problema comienza en la niñez: al eliminar cualquier posibilidad de miedo o fracaso de la vida de nuestros hijos, hemos creado una generación de jóvenes que carecen de resiliencia. Así, el más mínimo obstáculo o decepción parece cataclísmico para los jóvenes adultos, lo cual dificulta su vida.

Los padres no siempre son los mejores jueces de lo especiales que son realmente sus hijos. Todos vemos a nuestros hijos como un reflejo de nuestros propios deseos, necesidades, aspiraciones y arrepentimientos. Con demasiada frecuencia, intentamos animar a nuestros hijos a ser más como nosotros, o al menos como nos vemos a nosotros mismos. Después de todo, los hemos creado, es lo mínimo que pueden hacer. Esto se debe en parte a la forma en que los hemos criado. Muchos de ellos crecieron escuchando lo "especiales" que eran y cómo debían seguir su "pasión" y perseguir sus "sueños".

Sin embargo, la realidad es que la mayoría de los jóvenes no son realmente especiales y seguir su pasión puede (dice Gallowey) "llevarlos a trabajar toda la vida preparando caramel macchiatos en Starbucks".

Según Galloway, la "vida real" es mucho más desafiante que los cuatro años de cerveza gratis y sexo barato en la universidad. Como resultado, la euforia experimentada en los primeros años comienza a desvanecerse.

En sus mediados de los 20, los jóvenes comienzan a darse cuenta de que mamá y papá estaban equivocados. Comienzan a darse cuenta de que no son especiales y que no pueden hacer todo lo que se propongan. Como resultado, sus 20 pueden parecer una decepción.

Esta decepción está llevando a una tendencia sociológica importante: la demora en el ingreso a la adultez. La ironía de esta demora es que una vez que la felicidad comienza a disminuir en los primeros veinte años, no vuelve hasta los mediados de los setenta. Por lo tanto, retrasar la entrada a la adultez solo sirve para retrasar el regreso de la felicidad. Bastante deprimente, ¿no?

En los 40, la mayoría de las personas comienzan a darse cuenta de que la vida es bastante buena. Y aquellos con una base espiritual parecen alcanzar esta nirvana antes que otros. Comenzamos a reconocer nuestras bendiciones y a aceptar nuestra propia mortalidad. Practicamos un poco más de gratitud por lo que tenemos y valoramos. Nuestra caída en la felicidad comienza a estabilizarse y comenzamos a ascender desde el abismo de la desesperación, nos damos cuenta de que la vida no es tan mala después de todo.

El profesor Galloway opina que hay algunos indicadores de quiénes serán felices y quiénes seguirán sumidos en el abismo de la desesperación a medida que envejecen. Aquí están:

Sudar vs. Ver a otros sudar

Existe una correlación directa entre sudar y ver a otros sudar en la televisión. Aquellos que van al gimnasio o practican algún otro ejercicio regular son más felices que aquellos que no lo hacen. Y lo que es más importante, Galloway sugiere que la proporción de tiempo dedicado a sudar en comparación con el tiempo dedicado a ver a otros sudar en la televisión es un indicador del éxito futuro.

"Muéstrame a alguien que pasa las noches de los días de semana viendo ESPN y todo el día del domingo viendo fútbol profesional, y te mostraré a alguien que está destinado a vivir una vida llena de ira y relaciones fallidas. Muéstrame a alguien que suda todos los días y dedica tanto tiempo a sudar como a ver a otros sudar en la televisión, y te mostraré a alguien que sabe vivir".

"Éxito de la noche a la mañana"

Si quieres estar entre el 10% de los que más ganan en la segunda mitad de tu vida, debes estar dispuesto a pasar los primeros 10-20 años de tu carrera trabajando duro, muy duro. Estos años implican muchos sacrificios, mucho trabajo, decepciones, noches largas, etc.

Todo ese esfuerzo durante los primeros años de tu vida laboral dará sus frutos más adelante, una vez que hayas establecido tus credenciales. Aquellos que establecen sus credenciales y logran cierta seguridad financiera en forma de ahorros y patrimonio disfrutarán en última instancia de una gran libertad en la segunda mitad de la vida.

Es cierto que el dinero puede comprar felicidad, pero solo hasta cierto punto. Sin embargo, la mayoría de las personas no se arrepienten de invertir en sí mismas y en sus carreras temprano a cambio de tiempo y seguridad en la vida posterior, especialmente cuando comienza a actuar el interés compuesto.

Asociación/Matrimonio

Como todos hemos escuchado antes, la decisión más importante en la vida es con quién eliges asociarte. Aquellos que encuentran su felicidad en su vida hogareña son más felices que aquellos que ganan mucho dinero y están solos. Si un cónyuge no es un verdadero compañero, eso puede llevar a una extrema infelicidad. Elige sabiamente.

Según Galloway, hay una fórmula simple para las relaciones. Se necesita una atracción mutua, pero también una alineación de valores, como la religión, los hijos y la política. Y, por supuesto, debe haber una alineación en cuanto a la forma de manejar el dinero. En las proporciones adecuadas, estas cosas pueden sumarse a un placer y una felicidad exponenciales.

Comprender la riqueza

Ser rico no significa ganar mucho dinero. Ser rico simplemente significa que tus ingresos superan tus gastos. No importa cuánto dinero ganes, si tus gastos superan tus ingresos, eres pobre.

La vida se trata de experiencias

Aunque muchos creen que el dinero y las cosas conducen a la felicidad, la investigación muestra que las personas más felices invierten en experiencias. Y aquellos que disfrutan de esas experiencias con sus hijos tienen mejores resultados. El reconocimiento de la naturaleza finita del tiempo que pasamos con nuestros hijos tiende a centrar la mente en aprovechar ese tiempo sabiamente. Es mucho mejor conducir un Hyundai Sonata de diez años y llevar a tus hijos de vacaciones a Yellowstone durante diez días en verano.

Alcohol

En el estudio sobre la felicidad de mayor duración en el mundo, la Universidad de Harvard enumera los ingredientes clave para llevar una vida feliz. Pero, lo que es más importante, también destaca los ingredientes clave para la infelicidad. En ochenta años de análisis, hay un solo elemento que casi garantiza estar presente en todos los matrimonios fracasados, los fracasos profesionales y la inestabilidad financiera: el alcohol. Bebe con moderación.

Resiliencia

Si vives el tiempo suficiente y te arriesgas en la vida, inevitablemente fracasarás en algo (tal vez más de una vez). La inestabilidad económica puede ocurrir, pero generalmente pasa rápidamente. Supéralo y vuelve a intentarlo.

El éxito no consiste en evitar el fracaso, sino en ser resiliente cuando ocurre.