Cómo ven el golpe de Estado de 1973 en el mundo

Marcha en Sheffield, exposiciones en Edimburgo, concierto en Swansea y un mitin en Londres, marcan la agenda de los 50 años en el Reino Unido.

Imagen
Danilo Alarcón

🇨🇱 ¿Qué pasó? 🌎


Medio siglo después del golpe de Estado en Chile en 1973, su legado sigue marcando la agenda noticiosa, tanto en la política chilena como en el mundo. Este acontecimiento histórico, que derrocó el gobierno socialista electo de Salvador Allende y estableció la dictadura de Pinochet, es conmemorado en el Reino Unido y en todo el mundo.


Así lo revela una potente columna de Andy Beckett, columnista de The Guardian, que ilumina cómo los aspectos oscuros de la historia pueden arrojar luz sobre el presente y el futuro.


Beckett señala que "mientras se acerca el 11 de septiembre, aniversario del golpe, Gran Bretaña celebra este hito a través de numerosos eventos y exposiciones. Sheffield será escenario de una marcha, Edimburgo albergará exhibiciones de archivos, Swansea acogerá un concierto y en Londres se llevará a cabo una conferencia y piquete en la embajada de Chile".


¿Por qué existe ese vínculo con Gran Bretaña?


Para los británicos, el golpe parece ser un hecho aislado, pero el autor señala que "la llegada de 2500 refugiados chilenos al Reino Unido después del golpe subraya cómo esta crisis afectó incluso a países distantes".


Y apunta al activismo y la solidaridad de la izquierda británica, incluyendo figuras como Tony Benn y Jeremy Corbyn, que desempeñaron un papel vital en apoyar a los refugiados y oponerse a la dictadura de Pinochet.


Recordemos que hace un par de semanas, se reveló que un viejo helicóptero del ejército se encontró en un parque de paintball en Sussex, sin que sus dueños se enterasen que fue utilizado en las "Caravanas de la Muerte" por el gobierno de Pinochet, para transportar a los disidentes y luego arrojarlos al mar. 


La dictadura fue pionera en este y otros métodos para “desaparecer” a sus enemigos y enemigos percibidos, creyendo que los secuestros letales asustarían a la población para que obedeciera de manera más efectiva que los asesinatos estatales convencionales.


Y, al mismo tiempo, el régimen también fue pionero en las duras políticas de libre mercado que transformaron gran parte del mundo, y que aún cuentan con el apoyo de la mayoría de los conservadores.


En Chile, la idea de que una economía desregulada requería una ciudadanía altamente disciplinada, para evitar que la semianarquía económica se extendiera a la sociedad, fue exhaustivamente probada y refinada, con gran interés de políticos extranjeros como Margaret Thatcher.


Para no olvidar


El recuerdo del golpe de 1973 también resalta cómo los rasgos negativos de la personalidad política pueden influir en los acontecimientos. El conservadurismo internacional apoyó la dictadura y los eventos posteriores, desafiando la suposición de que las alianzas entre la derecha moderada y el autoritarismo serían cosa del pasado, según Beckett.


El legado del golpe se extiende a la lucha por un gobierno de Allende que buscaba implementar un socialismo único en su enfoque, pero ambicioso en sus objetivos. La persistente atracción de su enfoque liberal y equitativo continúa influyendo en la izquierda actual.


Al final de la columna, Beckett recuerda una frase de la época:


“No nos corresponde a nosotros juzgar los asuntos internos de Chile”, dijo el ministro conservador de Relaciones Exteriores, Julian Amery, en la Cámara de los Comunes, dos meses después, a pesar de que el golpe había iniciado asesinatos y torturas a gran escala. Cuando se recuerda el golpe, sus víctimas deben estar primero. Pero la respuesta de los conservadores de todo el mundo al aplastamiento de la democracia y las libertades civiles de Chile nunca debe olvidarse.