La carta que explica por qué la muerte de Luis Larraín no fue eutanasia
Sedación paliativa al final de la vida: un alivio del sufrimiento, no provocación de la muerte.
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El fallecimiento del activista por los derechos LGBT chileno, Luis Larraín Stieb, reavivó el debate sobre los límites éticos de la medicina para el final de la vida. En una Carta al Director para El Mercurio, diversas profesionales en la materia resaltaron las diferencias entre la sedación paliativa y la eutanasia.
La sedación paliativa
🎥 En un video difundido en redes sociales, Luis Larraín explicó su decisión de solicitar que lo seden ante el fracaso de los tratamientos para su cáncer.
🩹 La sedación paliativa consiste en disminuir el nivel de conciencia del paciente a través de fármacos, con el fin de evitar un sufrimiento intenso causado por síntomas que no han podido ser aliviados con otros tratamientos.
🌿 No busca adelantar la muerte, sino aliviar el sufrimiento.
💬 "La muerte no es provocada por la sedación, sino por la enfermedad basal que sigue su curso", explica la publicación enviada a El Mercurio.
La carta fue enviada por parte de un equipo conformado por:
- Daniela Rojas Miranda, psicóloga especialista en Psicooncología y Cuidados Paliativos.
- Dra. Mariana Dittborn, paliativista y bioeticista.
- Dra. Sofía Salas, docente y bioeticista.
- Dra. Constanza Micolich, paliativista y bioeticista.
Diferencias clave con la eutanasia
💉 La eutanasia, en cambio, tiene como objetivo provocar la muerte, mediante la prescripción de fármacos en dosis letales que aseguran una muerte rápida e indolora.
🗣️ "La intención, el método y el resultado son diferentes a la sedación paliativa", afirma la carta.
📜 La ley 21.375 permite que cualquier persona con una enfermedad terminal e incurable pueda acceder a cuidados paliativos.
🚫 Pero la sedación al final de la vida "no es ilegal, ni eutanasia, ni eutanasia encubierta", enfatizaron.