Álvaro Bisama escribe el mejor texto sobre el 11 de septiembre (y Cristián Warnken el peor)

Ambos recurrieron a la memoria para conmemorar el golpe de Estado. Pero mientras el primero alude a la indolencia colectiva, el segundo habla de sí mismo para justificar su presente.

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Paulette Ruminot

El lunes 11 de septiembre se cumplen 50 años del golpe de Estado en Chile, por lo que autoridades, músicos, estudiantes y escritores se han tomado el tiempo de referirse a esta conmemoración.


Álvaro Bisama y Cristián Warnken fueron dos de ellos. Los escritores nacionales escribieron una columna en Revista Anfibia y Radio Pauta, respectivamente, donde relata cómo ellos recuerdan ese día en que todo cambió.


🔴 Sin embargo, en términos de calidad, son diametralmente distintos.

"En Chile ninguna cosa ocurre"


Bisama hace una especie de recopilación de las típicas frases que se escuchan en esta época, en la que miles de personas hacen oídos sordos a la historia real de Chile, mientras miles de familias de detenidos desaparecidos aún sigue doliéndoles.


"Recordar el golpe es una bajeza, una rotería, un acto de violencia y una celebración de lo falso, una demostración del odio antes que de la justicia o la memoria", parte contando en su texto que ha sido aplaudido en redes sociales.


"El Ejército no fue golpista o traidor. Menos Carabineros. No hubo Dina, ni CNI. No hubo presos políticos, ni redadas, ni militares apostados en la esquina. No mataron a Víctor Jara. No lo torturaron", escribe.


El escritor también recoge la producción cultural e intelectual de la época, como El Libro Blanco del cambio de gobierno, editado tras el golpe por la Secretaría General de Gobierno y en el que se denunciaba la existencia del ficticio Plan Zeta. Asimismo, nombra Palomita Blanca, el que fue lectura obligatoria durante muchos años en escuelas y colegios.


Bisama, al final de su ensayo, asegura que "la historia cambia por puro deseo o voluntad. El pasado no es un hecho sino una ficción hecha por antojo, una calumnia que se repite hasta que se vuelve cierta, un pensamiento mágico que reescribe la realidad".


"Ahí, el golpe de 1973 fue una mentira, no existió, es algo que impide que el poblre pueblo chileno se una (...) En el calendario ese día debe de ser tachado. Los chilenos no fueron exterminados como ratones. Las víctimas deberían pedirle perdón a los victimarios. Los torturados a sus torturadores", interpela.


"Toda la historia de Chile no es más que una leyenda urbana", finaliza el autor.

"Nada es tan blanco y negro"


Warnken, por su parte, escribe de cómo él y su familia vivieron ese 11 de septiembre, recordando esa pesadilla en la que "todos los sueños, las canciones, las multitudes, todo se empezará a apagar ese día".


El chileno también le escribe a su "yo" del pasado, contándole que "el Chile en el que estás ahora, ese 11 de septiembre, es otro país que el de ahora. Y tú serás y... más amarillo... con los mismos ideales de tu madre, pero habiendo entendido también a tu padre".


"Nada es tan blanco y negro. No hay buenos ni malos, tan claros, los ideales a veces también pueden terminar en pesadillas, las derrotas sirven para pensar profundo", añade el periodista.


El locutor radial termina su escrito diciendo "no me odies. No me digas traidor. No te he traicionado. Soy el mismo que tú, pero con más heridas y más años: puedo mirar hacia atrás y ver que no todo lo que creíamos era verdad, que la verdad absoluta no existe".